Viajar sobre raíles :: El Periódico

LLEIDA

Viajar sobre raíles

El antiguo Tren de los Lagos recorre pintorescos paisajes, embalses y puentes

Por Núria Bonet Icart

Embalses de aguas tranquilas, espectaculares formas de la sierra del Montsec, campos al infinito, pueblos pintorescos, antiguos puentes y túneles... todo se puede ver desde la comodidad del Tren de los Lagos, que serpentea desde la ciudad de Lleida hasta La Pobla de Segur, en el Prepirineo. Y uno de los grandes atractivos de este viaje es poderlo hacer a bordo de un comboi histórico, con el encanto de pasar dos horas a bordo de vagones de época y saborear un trayecto absolutamente fotogénico.

A lo largo de 90 kilómetros de recorrido, el Tren de los Lagos pasa por cuatro embalses, y atraviesa 40 túneles y 75 puentes. Este es un viaje que transcurre por la línea férrea de Lleida-Balaguer, desde la llanura hasta el Prepirineo, en una vía única que atraviesa las comarcas de El Segrià, La Noguera y El Pallars Jussà.

Se ofrece también la opción de viajar en un moderno tren panorámico aunque la visita es todavía más espectacular si se hace a bordo del tren de los años 60.

El punto de partida del trayecto es la estación de Lleida Pirineus aunque también hace parada en la cercana Balaguer. A partir de allí se disfruta del panorama que ofrece la Plana del Segre, puesto que el Tren de los Lagos acompaña al río siguiendo su curso, con el colorido de los campos de frutales al horizonte.

El trayecto continúa hasta descubrir la singular sierra del Montsec. Túneles, puentes y viaductos permiten avanzar por los acantilados de esta cordillera caliza de más de 40 km de longitud y de hasta 1.676 metros de altura. Aquí se divisan los espectaculares congostos de Mont-rebei y Terradets. Precisamente los embalses de Sant Llorenç de Mongai, Camarasa, Terradets y Sant Antoni le dan nombre a este tren que, con sus aguas tranquilas y transparentes, se han ganado el apelativo de lagos.

El tren histórico funciona los sábados de abril a octubre y el panorámico solamente en julio y agosto. El tiqué de ida cuesta 33 euros para los adultos y 18,10 euros los niños mayores de 4 años. El día de vuelta se puede elegir y el pasaje es válido para tomar un tren regular de regreso a Lleida. La estancia se puede prolongar durante seis días.

Más información www.trendelsllacs.cat

  1. Lleida

    Todas las miradas convergen siempre hacia la Seu Vella. Subir hasta la antigua catedral permite disfrutar de sus magníficas vistas. Edificios como La Paeria, la Catedral Nueva, el Antiguo Hospital de Santa Maria o las casas modernistas del centro, son otro de los atractivos de la capital de la província.

  2. La Noguera

    La Noguera-Pallaresa es un río de corrientes rápidas que se ha convertido en todo un atractivo turístico, así que son muchas las empresas de deportes de aventura que ofrecen rafting y barranquismo. En los embalses de la zona se puede practicar canoa, piragüismo, surf de vela o paseos en lancha.

  3. Salàs de Pallars

    La farmacia, el ultramarinos y coloniales, la barbería, el estanco, la imprenta, la mercería-perfumería, el quiosco y el café. Salàs de Pallars muestra ocho tiendas históricas con su mobiliario original, productos de otras épocas y carteles. Se trata de una visita museizada, en la que volvemos a tiempos pasados.

  4. La Pobla de Segur

    Esta localidad tiene un pequeño casco histórico de montaña. Su principal atractivo es su situación, que permite iniciar un sinfín de rutas por el Prepirineo, ya sea a pie, en bici o en embarcaciones por el río. Otra opción es irse de excursión al Montsec o bien hacia el norte, al Parque Natural de Aigüestortes.


Este convoy recupera una ruta histórica que atraviesa 90 Km, pasando por 4 embalses, 40 túneles y 75 puentes


HISTORIA

Siguiendo a la locomotora ‘ye-yé’

Uno de los encantos del viaje es retroceder en el tiempo a bordo del tren histórico de los años 60

Viajar en un tren histórico añade un toque de encanto, de glamour e incluso de aventura, a un recorrido todavía más fotogénico. El Tren de los Lagos vuelve a su versión de los 60 con este convoy. Cuentan que los maquinistas sevillanos, que fueron los primeros en conducir estas locomotoras, las bautizaron como ye-yés coincidiendo con la moda de la época, por la alegría que demostraban en los arranques. Estas potentes máquinas diésel 10817 y 10820 son las que arrastran cuatro vagones de época. Construidas en 1968, estaban concebidas para prestar servicios mixtos de línea y maniobras, y todavía hoy se las conoce popularmente como ye-yés. Este tren, totalmente restaurado, cuenta con comodidades como un coche-bar.